Educa con afecto
Dar afecto es el acto educativo m�s profundo de todos. En general, los ni�os son m�s sensibles al afecto. El trato fr�o y mec�nico s�lo ocasiona un desarrollo educativo lento y poco s�lido.
¿Qué hacer?
Expresa tu afecto de manera clara
Si en alguna ocasi�n es necesario llamarle la atenci�n, esto no significa que despu�s de haberlo hecho, no le hagamos una caricia o alguna broma acerca de la situaci�n. Es importante reconocer que la convivencia que mantenemos con �l a lo largo del d�a est� llena de m�ltiples satisfacciones.
Reconoce logros y corrige errores de manera constructiva
Expresa tu emoci�n y tu gusto al verlo que avanza en su desarrollo personal, si percibe errores hazle sugerencias para mejorar. De esta manera estar�s estimulando su autoestima. Le ense�ar�s que nadie es perfecto, pero que todo logro, as� sea peque�o, ser� valioso.
Escucha y procura hacerte entender
Los malos entendidos son un fen�meno frecuente entre los seres humanos. Por lo general queremos escuchar aquello que nos conviene entender. En medio de un sin fin de palabras, nos ganan las emociones y las discusiones se vuelven absurdas. Por ello es recomendable no discutir con los ni�os, cuando quieran algo que no sea razonable para tal o cual momento.
Por ejemplo, suelen pedir muy seguido dulces o juguetes y gritar si se les niega, en este caso hay que repetir lo que ellos expresaron: “sí, ya s� que quieres un dulce”, hay que darle una raz�n: “pero antes de la hora de la comida, no debemos comer dulces”, de lo que se infiere algo muy claro; “ahora no comeremos dulces”. Por lo general los ni�os insisten, por ello es necesario repetirlo una o varias veces para que comprenda razones y no imposiciones del adulto, esto permitir� que entienda mejor las cosas.
Da al ni�o las indicaciones estrictamente necesarias. No le digas todo lo que tiene que hacer o dejar de hacer.
En ocasiones nos preocupamos demasiado por lo que hacen los ni�os a solas, o no permitimos que realicen cosas que puedan causarles alg�n da�o f�sico. Sin embargo, con esto restamos creatividad, independencia y seguridad, por eso, es aconsejable que aceptes a tu ni�o tal como es.
Sé perseverante y ten mucha paciencia
Cuando se educa a un ni�o con mucho afecto y cari�o, es sencillo ser perseverante y paciente. No es conveniente desesperarse y gritarle o reprimirle f�sicamente, lo mejor es hablarle con tranquilidad y explicarle que se puede aprender de los errores y los fracasos.
Educa con sencillez
Llegar a hacer cosas valiosas con sencillez es una gran virtud. A veces pensamos que educar es una tarea complicada; sin embargo, si actuamos con sencillez y claridad puede no serlo tanto.
Pide al ni�o que haga cosas justas. Ser�a injusto pedirle que recoja juguetes que �l no tiró y que vea al responsable que no hace nada. Ser�a injusto que s�lo �l te ayude a lavar los platos y los dem�s jam�s ayuden.
Cuando le solicites que realice una tarea o un mandado, trata que sea en un momento adecuado, no seas inoportuno; es decir, no interrumpas los momentos que le son m�s agradables.
Educa con el ejemplo
Lo menos que se puede hacer cuando se educa a un ni�o es formarlo con el ejemplo. Los ni�os aprenden mucho de las personas que son importantes y significativas para �l, en este sentido los adultos son una importante fuente de imitaci�n para los ni�os. Si percibes que tales personas dicen algo pero hacen una cosa muy distinta, tender� a tener principios no muy firmes. Una educaci�n profunda comienza con el ejemplo.
�Qu� hacer?
Cumple lo que prometes. Regularmente prometemos a los ni�os regalos, juguetes o dulces cuando queremos que accedan o modifiquen su comportamiento; m�s a�n cuando est�n de “berrinchudos” o en una franca necedad. Las situaciones m�s comunes en las que canjeamos su comportamiento son la comida, al dormir, al dejar una mercanc�a en el mercado, o al hacer las tareas de casa.
Haz las cosas con ellos, evita �nicamente dar �rdenes. Nunca intentes s�lo mandar y hacer que los dem�s te obedezcan; al contrario, no hay mejor ejemplo de los padres que colaborar o hacer juntos una tarea en el hogar. Recuerda que las acciones realizadas conjunta y cotidianamente tienen un alto valor formativo para los ni�os.
Ense�ar para la independencia
�Qu� hacer?
Es importante no sobreproteger al ni�o, ya que se vuelve dependiente en muchos aspectos. Por ejemplo, llorar o hacer berrinches cuando no est� la mam�, no comer ni dormir cuando le falta la presencia de la madre o el padre, no saber tener miedo a jugar con otros peque�os.
Educa con tolerancia
Cuando los ni�os hacen algo que disgusta a los adultos, �stos suelen molestarse y actuar de manera impulsiva. Esto se debe a que los adultos, por lo general, no sabemos expresar adecuadamente nuestros sentimientos. Es normal tener molestia o enojo, sobre todo si alguien ha hecho algo que pensamos es incorrecto o que ha violado alguna de las normas establecidas en el hogar o fuera de �l; sin embargo, hay que saber expresar tales sentimientos. Primero debemos aprender a ser m�s tolerantes, la gente puede equivocarse y con m�s raz�n los ni�os. Adem�s, los adultos no tienen por qu� tener siempre la verdad o la raz�n de las cosas. Educar con tolerancia significa adentrarse al mundo de los ni�os y respetarlo.
�Qu� hacer?
Demostrar al peque�o que estamos sentidos o molestos sin que realmente lo estemos del todo, esto es un tiempo no mayor de 5 a 8 minutos; posteriormente hablarle y darle una cr�tica constructiva. Esta forma de expresi�n es un medio muy eficaz para hacerle saber que no estamos de acuerdo con su comportamiento en particular, intente que su cr�tica tenga:
a Una explicaci�n acerca de c�mo nos sentimos.
b Qu� fue lo que provoc� que nos sinti�ramos molestos o sentidos.
c Explicarle al ni�o que existen otras maneras de proceder que pueden evitar que nos enojemos o nos hagan sentir mal, al igual que a �l.
Lo que no hay que hacer
En la educaci�n del peque�o deben evitarse a toda costa:
1. El castigo f�sico
2. Los premios y los contratos
3. El retiro de privilegios
4. Las discusiones absurdas
5. Los chantajes
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Estas cinco medidas jam�s consiguen efectos positivos y duraderos. El castigo f�sico suele generar sentimientos negativos y en ocasiones permanentes en los ni�os. Los premios y los contratos acostumbran al ni�o a hacer cosas s�lo a cambio de algo. El retiro de privilegios genera revanchismo encubierto. Las discusiones absurdas generan mayor terquedad por parte de ellos; y los chantajes, suelen provocarles inseguridad y confusi�n.
Casas de la Torre, Blanca. Cinco claves en la educaci�n de los ni�os. SEP, Direcci�n de educaci�n inicial. M�xico, 1993 |
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